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lunes, 16 de mayo de 2011

Mutilación Genital Femenina MGF



Incontinencia, infertilidad, infección, dolor crónico y más complicaciones, que se suman a la transmisión del VIH/SIDA, cicatrices extensas, quistes, disfunción sexual y dificultades al dar a luz, son todas las dificultades producidas por la mutilación genital femenina, que se empeoran al combinarse con la discapacidad psicológica y social.

Es difícil imaginar que si a los hombres les pudieran ocurrir esta lista de complicaciones, en cualquier lugar del mundo, se ordenaría que se eliminaran tales peligros. Sin embargo hoy, hay aproximadamente 6.000 jóvenes y mujeres mutiladas y en riesgo de serlo. Esto se suma a los dos millones de jóvenes que son mutiladas por año. La práctica de la mutilación genital femenina está muy ligada a las actitudes, valores y costumbres de las sociedades de numerosos países de África, algunos del medio oriente, así como en las comunidades autóctonas de Asia, y el Pacífico, Norte América, América Latina y Europa.
Amnistía Internacional define la mutilación genital femenina como: “la remoción parcial o total de los genitales femeninos.” Hay varios procedimientos para realizar esta “remoción parcial o total de los órganos genitales u otras lesiones en los órganos genitales femeninos” (Organización Mundial de la Salud, 2002). Este organismo internacional describe varios tipos de mutilación genital femenina:
  • Tipo I: Corte exterior del prepucio, con o sin corte parcial o total del clítoris.
  • Tipo II: Corte exterior del clítoris con o sin cortar los labios menores.
  • Tipo III: Corte exterior de parte o todos los órganos genitales y coser o reducir la apertura de la vagina (infibulación)
  • Tipo IV: Cortes o punzadas en el clítoris y en los labios, estiramientos del clítoris y los labios o cauterización del clítoris y el tejido circundante.
  • Raspado del tejido alrededor de la vagina (cortes tipo angurya) o corte de la vagina (cortes tipo gishiri).
  • Introducción de sustancias corrosivas o hierbas en la vagina, causando hemorragia o para reducir su tamaño y otros procedimientos dentro de la definición anterior.
Amnistía Internacional señala que hay tradiciones donde se hace la ceremonia pero sin mutilar los genitales. Se hacen “cortes simbólicos, sostener un cuchillo junto a los genitales, punzar el clítoris, cortan un poco de vello púbico, y dejan una cicatriz pequeña en el área genital o en la parte superior del muslo.”
En la mayoría de los casos, se deja un pequeño orificio para el paso de la orina o el flujo menstrual. En todas las mutilaciones del Tipo I, es difícil tener relaciones sexuales y es casi imposible que se puedan tener bebés sin recurrir a una extensa cirugía.
La mutilación genital femenina se le hace a las niñas de todas las edades, de la infancia a la adolescencia y pocas veces en mujeres maduras. Usualmente en el hogar o en la comunidad, con niñas de aproximadamente la misma edad. Según sea la tradición, la condición social y económica o los servicios disponibles, la ejecutante es una anciana, una comadrona, un barbero o un médico calificado.

Complicaciones debido a la mutilación genital femenina
Son muchas las posibles complicaciones debido a la mutilación genital femenina, incluyen:
  • Hemorragia mortal durante y después del procedimiento (ocurre aún cuando sean médicos quienes realizan la mutilación genital femenina)
  • Trauma severo y fuerte dolor durante la circuncisión.
  • Daño a los órganos circundante al clítoris y los labios.
  • Lesiones agudas en el sistema urinario y reproductivo.
  • Quistes en el clítoris.
  • Fístulas en la vesícula y la vagina, los tejidos entre la vagina y la vejiga quedan muy lesionados y se causa incontinencia por debilidad.
  • Una variedad de infecciones pélvicas.
  • Infertilidad y otras complicaciones causadas por las infecciones en la cerviz, el útero y los tubos de Falopio.
  • Distensión de la vejiga, que luego produce infección del tracto urinario.
  • Daño de los riñones causados por dificultad o por no poder orinar.
  • Septicemia.
  • Tétano, causada por la falta de higiene en los utensilios y las condiciones del procedimiento.
  • Disminorrea o, algunas veces, fuertes sangrados menstruales.
  • Aumento en el riego de hemorragia durante el parto.
  • Grandes dolores durante el parto debido a la constricción de la salida vaginal.
  • Dolor crónico pélvico.
  • Dolor, durante y después de la relación sexual.
  • Transmisión potencial del VIH/SIDA, debido a instrumentos y condiciones faltas de higiene, incluso instrumentos compartidos.
  • Mayor propensión a la hepatitis y a otras enfermedades de la sangre.
  • Historias de ansiedad, terror, humillación y traición.
Si ocurren varias de estas condiciones al mismo tiempo, se produce un ciclo de toda una vida con enfermedad y discapacidad. El dolor crónico causa discapacidad. Puede hacer que una persona no desee o pierda la habilidad de comer. Entonces viene la desnutrición y otras enfermedades. Una infección predispone a la mujer a otras infecciones más serias.
Hay una referencia a “los tres dolores de las mujeres” relacionados con la mutilación genital femenina. Estos incluyen los dolores del día en que se realiza la mutilación, la noche de bodas donde a la mujer hay que cortarla para tener relaciones y, finalmente, el día del parto, por cuanto el paso de la vagina es muy angosto para un parto seguro (Fourcroy, J.L., (Traducción del título: tres dolores femeninos) “The Three Feminine Sorrows”, Hospital Practice 1998; 33; 15-21). Hay muchos ejemplos de médicos que realizan episiotomías extensivas o cesáreas para evitar complicaciones. Frecuentemente en Inglaterra y en Dinamarca, la mujer embarazada es desinfibulada en su segundo trimestre (Traducción del título: Circuncisión femenina. Fourcroy, J. L. “Female Circumcision”, American Family Physician. Vol. 60, 2, August 1999).

Razones históricas y actuales para la mutilación genital femenina
 
La Organización Mundial de la Salud y otras fuentes ofrecen una lista de las razones que da la familia para realizar la mutilación genital femenina:
  • Puede asegurar la virginidad (mantener la castidad antes del matrimonio)
  • Puede asegurar la fidelidad durante el matrimonio
  • Puede aumentar el placer sexual masculino
  • Puede asegurar o aumentar la fertilidad
  • Puede asegurar el futuro económico y social de las hijas
  • Evita que el clítoris crezca tanto como el pene
  • Por la reducción o eliminación de los genitales femeninos, se reduce los deseos sexuales de las mujeres
  • Los genitales femeninos se consideran tanto sucios como que no se deben ver
  • Puede mantener a la mujer limpia y más higiénica
  • Es un importante ritual y parte de la iniciación de las jóvenes a la vida adulta
  • Es una tradición, parte de nuestra herencia cultural
  • Es un mandato religioso, aunque esta práctica es más antigua que el cristianismo y el islamismo.
Aunque está bien establecido que los hombres tienen la mayoría, o todo, el poder en las comunidades donde se practica la mutilación genital femenina, frecuentemente es apoyada por las mujeres. Casi todas las sociedades donde se practica esta mutilación, son sociedades muy patriarcales. Una inmigrante que vive en Seattle, Washington, que le había pedido a su médico que le circuncidara, le dijo cuando el médico trató de convencerla que no lo hiciera: “Doctor, esta no es mi lucha, Necesitamos sus inmunizaciones, alimentos y educación. Nosotros no necesitamos sus tradiciones... Necesito su ayuda para la circuncisión. Es lo que nos define como mujeres de nuestra tribu... No me pida que me revele contra mi pueblo...” (Traducción del título: La escogencia de Beatrice Cichowski, S. “Beatrice's Choice”, JAMA, vol. 288, no 9, Sept., 2002)
Por otra parte, continúa la discusión acerca de la medicalización de la mutilación genital femenina, tanto en occidente como en los países de África. Se sostiene que si no se hace bajo condiciones de control médico, la gente lo hará en condiciones inseguras, aumentándose la larga lista de complicaciones inmediatas y prolongadas. La mayoría de quienes defienden la mutilación genital femenina se oponen a que se haga con procedimientos médicos. Las y los defensores de la mutilación genital femenina afirman que esta práctica es un tema de derechos humanos, similar a la protección contra la violación, la violencia doméstica, la pedofilia y el infanticidio femenino. Los mismos argumentos se aplicarían a quienes afirman defender “lo sensible de las tradiciones de los demás respecto a la mutilación genital femenina” y, al mismo tiempo, buscan alternativas más seguras para las mujeres inmigrantes.
Nuevamente, la gran mayoría de quienes se oponen a la mutilación genital femenina alegan que hay precedentes de presión internacional y de intervención educativa que ha logrado reducir, eliminar o erradicar procedimientos como, el empequeñecer los pies de las niñas en China, la esclavitud sexual, la selección prenatal del sexo o el infanticidio femenino.

La importancia de la comunicación social y el cambio de conducta

Como se discutirá más adelante, hay grandes ejemplos de esfuerzos nacionales, regionales e internacionales para eliminar la mutilación genital femenina. Todos estos esfuerzos son de una importancia crítica. Sin embargo, habiendo trabajado en el área de la comunicación social durante 30 años y unos 20 años en países en desarrollo, sé que el cambio debe ocurrir primero y primordialmente en la familia. A la gente se le puede dar sermones, pueden ser educados y hasta embaucada (y hasta recompensada), pero las tradiciones no mueren con facilidad en el ámbito de las comunidades y de las familias.
Muchos de esfuerzos de comunicación social y de defensa de los derechos relacionados con la mutilación genital femenina y otros vinculados a las jóvenes y a las mujeres, tienen dos focos:
  • Fortalecer a las jóvenes y a las mujeres en la comunidad
  • Educación enfocada a los riesgos de la mutilación genital femenina (o cualesquiera otros temas relacionados con las jóvenes y las mujeres)
Estos tienen una importancia crítica, sin embargo, cuando uno lee acerca muchos programas y estrategias de comunicación, con lagunas muy obvias, que les hacen ser necesarios si uno va a remover la legitimidad social de la mutilación genital femenina y hacer cambios verdaderos y duraderos. Estos son:
  • Enfocarse en las actitudes y comportamientos de los hombres en la comunidad y el hogar
  • Involucrar a la comunidad en el proceso continuo de desarrollar comunicaciones sociales y la comunicación para el cambio social, incluyendo y enfatizando a los hombres
  • Identificar y recompensar las desviaciones positivas que se dan en la comunidad, la familia y en el ámbito nacional.
En el año 2003, la UNICEF contrató estudios de casos de sus oficinas en Sudán y en Kenya relacionados con los programas y las estrategias de comunicación para erradicar la mutilación genital femenina. Lopa Banerjee, consultora, nos dice acertadamente que uno de los enfoques más innovadores en Sudán, ha sido: “confrontar la práctica de la mutilación genital femenina con las manifestaciones públicas de los clérigos islamistas. Esto es para desvincular la práctica de la mutilación genital femenina de la religión islámica y, al hacerlo, desmotivar esa mutilación, demostrando que no responde a una enseñanza propia del islamismo.”
La consultora Lopa Banerjee señala que lo mismo sucede con la mayoría de los asuntos de género “la práctica de la mutilación genital femenina está muy arraigada en los valores sociales y en las creencias acerca de la identidad de las mujeres, su sexualidad y poder... la principal motivación es esa necesidad de controlar la sexualidad femenina.” Las listas que hemos presentado anteriormente en este artículo, son usadas para legitimar y perpetuar la práctica de la mutilación genital femenina. Se usan como justificaciones para mantener a las jóvenes y a las mujeres en una condición de inferioridad: “son violaciones directas de los derechos humanos, dentro de la Convención de los Derechos del Niño y la Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra las Mujeres.”

Pasando de los mensaje basados en la salud a los mensajes basados en los derechos
La consultora Banerjee discute algunas de las dificultades inherentes a enfatizar mucho los riesgos para la salud cuando se difunde el mensaje de erradicar la mutilación genital femenina y defender a las mujeres. En Sudán, por ejemplo, luego de que se comenzara a enfatizar los peligros para la salud, entonces se comenzó a practicar una menos grave mutilación genital femenina, pero no a eliminarla de la sociedad y, lo más importante, no se logró cambiar las condiciones de inferioridad de las mujeres. Lo mismo sucede cuando se recurre a medicalizar la mutilación genital femenina. Ella señala que, en algunos casos, las formas de medicalización parcial y medicalización total causaron “la adopción de mutilación genital femenina en grupos de población que antes no la practicaban.”
El cambio de enfoque del mensaje basado en la salud a los mensajes basados en los derechos, es apoyado por la UNICEF y muchas organizaciones internacionales y nacionales. Así, la investigación participativa y el involucrar a las comunidades como principales interesados, se han hecho esenciales.
Otra estrategia usada por UNICEF y otros para lograr mejores resultados al cambiar las actitudes y el comportamiento de la gente en temas como desarrollo de las niñas y niños, la prevención del VIH/SIDA o la eliminación de la práctica de la mutilación genital femenina, es emplear estrategias, programas y comunicaciones integradas. La hipótesis es que se tiene una ventaja comparativa, mejor rendimiento de recursos escasos, cuando todos los Ministerios y agencias están participando de manera coordinada. En el caso de la mutilación genital femenina, los ministerios de salud, de educación, bienestar social, religión, así como las organizaciones no gubernamentales, las universidades, los medios de comunicación colectiva, agencias de Naciones Unidas otros interesados, están desarrollando y trabajando en planes integrados, donde el uno apoya al otro.

Buscando un “punto de volteo”

Además de las estrategias anteriores, la consultora Banerjee, discute la importancia de crear: “un movimiento para la mutilación genital femenina, lo que se puede llamar un punto de volteo, una masa crítica de opinión que ayude a producir el cambio social”. Las acciones incluyen:
  • Aprobar legislación
  • Institucionalizar el dialogo comunitario
  • Más participación con los principales grupos de influencia, líderes religiosos, dirigentes comunales y dirigentes de las familias, en otras palabras los hombres
  • Programación intensiva entre los sectores
  • Motivar la difusión de las decisiones valientes (también, conocidas como “desviaciones positivas”)
  • Usar formas tradicionales y modernas de comunicación
  • Apoyar a grupos como National Focal Points y otros centros de coordinación
  • Motivar a la sociedad civil y a los gobiernos para que creen destrezas alternativas para las personas que se dedican a hacer circuncisiones y fortalecerlos para que defiendan la erradicación de la mutilación genital femenina.
Gerry Mackie del St. John´s College, Oxford, Reino Unido ha escrito varios artículos relacionando la práctica de la mutilación genital femenina con la práctica de empequeñecer los pies de las niñas en China. Hoy, en muchas comunidades, la mutilación genital femenina es considerada parte del honor familiar y social. Este autor sugiere que cuando: “una masa crítica de gente en un... grupo se compromete a no realizar mutilación genital femenina, entonces reconocen que son una masa crítica... entonces será de su interés cumplir sus propios compromisos y, muy pronto, será importante que todos se les unan.” Si ayer, uno no se casaría con una mujer sin que se le hubiera realizado la mutilación genital femenina, hoy no se casaría con una que tuviera una mutilación genital femenina. Este enfoque fue usado, alrededor de 1874, por los reformistas de la práctica de empequeñecer los pies a las niñas en China. Ya para 1908, el público había cambiado de opinión acerca de esa práctica. (Mackie, G., 1998).

Acciones contra la mutilación genital femenina

Muchos individuos, países, grupos de países y organismos internacionales siguen trabajando en la erradicación de la mutilación genital femenina. La acción gubernamental, intergubernamental y el activismo de las organizaciones no gubernamentales, han colocado la práctica de la mutilación genital femenina en la agenda internacional de los derechos humanos. Se ha roto el silencio y, aunque queda mucho por hacer y muchas dificultades que vencer, se ha logrado cierto progreso.
Durante los primero años de la década de 1950, la Comisión sobre la Condición de la Mujer de Naciones Unidas y otros organismos comenzaron a concentrarse en la práctica de la mutilación genital femenina (Carol Bellamy, UNICEF, 2003). Su meta era: “enfrentarse a los problemas de las costumbres, leyes antiguas y rituales que lastiman la salud y el bienestar de las mujeres y lesiona sus derechos”.
Los países de África y sus mujeres y sus hombres están a la cabeza de este activismo. En 1997, se celebró un Simposio de Legisladores en Addis Ababa, Etiopía. Uno de sus resultados más importantes fue la “Declaración de Addis Ababa” la cual: “Pide que todos los países africanos adopten políticas claras y medidas concretas para erradicar y reducir drásticamente la mutilación genital femenina para el año 2005.”
Adicionalmente a la legislación nacional, existen las Normas Internacionales sobre Mutilación Genital Femenina y los Derechos Humanos ( “Female Genital Mutilation and International Human Rights Standards (ACT 77/14/97). Todos los Estados están obligados a cumplir esas Normas Internacionales.
La siguiente es una lista parcial de ejemplos de progreso realizados en los últimos años:
  • Documento de resultados de la Sesión Especial de Naciones Unidas sobre Niñas y Niños, endosado por 69 presidentes y jefes de estado y 190 delegaciones nacionales de alto nivel, incluyendo la juventud, estableció la meta de terminar con la mutilación genital femenina para el año 2010.
  • Amnistía Internacional publicó un Comunicado de Prensa, el 6 de febrero del 2004, Cero tolerancia para la mutilación genital femenina. Este Comunicado de Prensa se da en ocasión de la celebración, el 5 de marzo del 2004, Día Cero Tolerancia a la Mutilación Genital Femenina. En él se pide: “Una agenda común para un marco de acciones comunes, que intensifiquen y coordinen esfuerzos, en niveles diferentes, respetando su diversidad.” El Comunicado indica que sólo 14 naciones africanas han adoptado leyes prohibiendo la mutilación genital femenina. Se le pide a todos los gobiernos de África que ratifiquen los instrumentos internacionales de derechos humanos.
  • El 5 de febrero del 2004, en Washington, D.C. se celebró una Audiencia del Congreso sobre la mutilación genital femenina, patrocinada por la Oficina de Referencias de Población (Population Referene Bureau) y la Agencia Internacional de Desarrollo de Estados Unidos. El personal del Congreso y el personal de alto nivel de diversas organizaciones relacionadas con el área de la mutilación genital femenina, participó y revisó los planes de acción.
  • Existe un grupo informal Grupo de Referencia sobre Prácticas Dañinas (Reference Group on Harmful Practices), alternativamente convocado por UNICEF, OMS, Fondo de Naciones Unidas en Actividades de Población, UNIFEM y la Oficina del Alto Comisionado sobre Derechos Humanos.
  • Amnistía Internacional le presenta a los gobiernos un programa de acción de 10 puntos para erradicar la mutilación genital femenina, que incluye:
    1. Afirmar que la mutilación genital femenina es un abuso a los derechos humanos y reconoce su obligación de eliminarla. Ellos deben expresar su compromiso, claro e inequívoco, de erradicar o reducir drásticamente la mutilación genital femenina, dentro de un marco de tiempo definido.
    2. Establecer mecanismos de consulta y colaboración con los sectores no gubernamentales pertinentes (religioso, salud, mujeres, derechos humanos, desarrollo) así como las organizaciones internacionales y agencias de Naciones Unidas que trabajan en derechos humanos, salud y desarrollo.
    3. Realizar investigaciones sobre la mutilación genital femenina en sus países. Se necesita más información en la frecuencia y los efectos físicos y sicológicos, las actitudes sociales y los requisitos religiosos. Esta investigación debe incluir un análisis de los resultados obtenidos hasta la fecha. Particularmente, se necesitan más estudios relacionados con la mutilación genital femenina fuera de África, especialmente en el Medio Oriente, América Latina y muchos países donde se practican estas mutilaciones entre la comunidades de inmigrantes.
    4. Revisar toda la legislación doméstica relevante para ver cuán efectivamente la ley y su cumplimiento protegen contra la mutilación genital femenina, su cumplimiento con las normas internacionales, particularmente la Convención para Eliminar Todas las Formas de Discriminación contra las Mujeres, la Convención sobre los Derechos del Niño y la Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres. Asegurarse que la legislación nacional cumpla con las recomendaciones de Naciones Unidas sobre Relatores Especiales en materia de violencia contra la mujer y las prácticas tradicionales que afectan la salud de las mujeres y los niños.
    5. Ratificar el Pacto Internacional sobre Derechos Civiles y Políticos, el Pacto Internacional sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales, la Convención de las Mujeres, la Convención de los Derechos del Niño y todos los instrumentos pertinentes, sin reservas o declaraciones de interpretación. Cumplir con su compromiso de informar, a los organismos pertinentes, e incluir mención específica de las medidas emprendidas para prevenir la mutilación genital femenina, en los informes a todos los organismos de los tratados relevantes y mecanismos de derechos humanos.
    6. Asegurar que los programas relacionados con la mutilación genital femenina estén integrados en las áreas pertinentes de las políticas estatales. Los ministerios de salud deben prohibir específicamente la medicalización de la mutilación genital femenina e incorporar esta prohibición en los Códigos de Ética de las y los Profesionales en la Salud. Los ministerios de educación, asuntos de la mujer, inmigración y desarrollo deben incluir programas para combatir la mutilación genital femenina, como el acceso a la educación. Los países que prestan asistencia al desarrollo deben identificar maneras de apoyar programas para combatir la mutilación genital femenina.
    7. Reconocer que la mutilación genital femenina es una forma de persecución basada en el género, dentro de los alcances de la Convención de Naciones Unidas para los Refugiados. Los Estados deben poner en práctica las recomendaciones de los Lineamientos sobre la Protección de las Refugiadas (Guidelines on the Protection of Refugee Women of the United Nations High Comisión for Refugees).
    8. Realizar programas públicos de divulgación usando los medios de comunicación relevantes. Esos programas se deben orientar a grupos específicos: hombres, mujeres, juventud, niñas y niños, adultos mayores, personas influyentes de la comunidad, académicos religiosos y a las personas que efectúan la mutilación genital femenina.
    9. Apoyar el trabajo de las organizaciones no gubernamentales y los individuos que combaten la mutilación genital femenina, como la Organización Mundial de la Salud, UNICEF, el Fondo de Naciones Unidas para Actividades de Población. Motivar a la Unión Africana para que adopten la Declaración de Addis Ababa, del Comité Inter.-Africano sobre Prácticas Tradicionales que Afectan la Salud de Mujeres y Niños. Endosar y apoyar el trabajo de los Relatores Especiales de Naciones Unidas sobre la violencia contra la mujer y sobre las prácticas tradicionales que afectan a mujeres y niños.
  • Amnistía Internacional apoya un Proyecto Especial sobre Mutilación Genital Femenina y Derechos Humanos (Special Project on Female Genital Mutilation and Human Rights). La meta es realizar investigaciones sobre mutilación genital femenina para apoyar los programas que buscan erradicarla, defendiendo a las mujeres y realizar campañas educativas. El proyecto se enfoca en Sudán, Kenya y Senegal, pero se extiende hacia un movimiento más amplio en África y el mundo. Amnistía Internacional tiene una Funcionaria para el Proyecto Especial sobre Mutilación Genital Femenina en Kampala, Uganda y una Directora de Proyecto en Londres.
  • UNICEF apoya muchas iniciativas relacionadas con la erradicación de la mutilación genital femenina, incluyendo:
    • En Djibouti, hay esfuerzos de movilización social basada en capacitar a dirigentes religiosos y comunitarios, así como anuncios de televisión y radio contra la mutilación genital femenina.
    • En Senegal, se dio apoyo a las organizaciones no gubernamentales para ayudar a crear un movimiento contra la mutilación genital femenina. UNICEF ha apoyado, desde su creación hace 16 años, a TOSTAN, una organización no gubernamental, cuya labor se ha realizado principalmente en las comunidades de base y el énfasis está en la capacitación para la defensa de los derechos humanos. Este trabajo contribuyó para que el Parlamento de Senegal aprobara una legislación contra la mutilación genital femenina. Este modelo se está empleando para darle forma a una estrategia global.
    • En Egipto, UNICEF trabajó con el Ministerio de Seguro y Asuntos Sociales y realizaron un estudio en 26 aldeas para averiguar cuál era la situación, nivel de conocimiento, actitudes y prácticas entre las familias respecto a la mutilación genital femenina. Luego apoyó al Ministerio para crear un grupo de defensa de las mujeres para mutilación genital femenina. Se incluyó a trabajadores sociales y a miembros del gobierno. La capacitación se realizó con médicos, enfermeras y parteras tradicionales, para ayudarles a advertir a las familias acerca de los peligros de la mutilación genital femenina.
    • En Somalia, se han realizado talleres con las agencias de Naciones Unidas y las organizaciones no gubernamentales para discutir las interpretaciones del Corán acerca de la mutilación genital femenina, junto con sus complicaciones médicas. Las resoluciones de estos talleres fueron aprobadas.
    • Internamente, las Secciones de Protección de las Niñas y Niños trabajan muy de cerca con la Unidad de Información Estratégica de la UNICEF, alimentando una base de datos acerca de la mutilación genital femenina. Una fuerza inter-sectorial e inter-divisional se reúne para discutir temas relacionados con la violación de niñas y niños asociada con prácticas tradicionales, incluyendo la mutilación genital femenina.
  • La Directora Ejecutiva de UNICEF, Carol Bellamy, recientemente describió lo que puede considerarse un “ambiente de protección” respecto a la mutilación genital femenina y el corte de los genitales femeninos, se incluye:
    1. Trabajar con las familias y las comunidades, para cambiar las actitudes, las tradiciones, las costumbres y las prácticas que promueven la desigualdad y la discriminación, que llevan a la mutilación genital femenina y al corte de los genitales femeninos. Las organizaciones no gubernamentales deben continuar desarrollando un papel importante en este esfuerzo.
    2. Desarrollar la capacitación de todas y todos los trabajadores en desarrollo, incluyendo los trabajadores sanitarios y sociales, maestras de escuela, policías para que puedan responder mejor a las situaciones relacionadas con la protección de las y los niños, incluyendo la mutilación genital femenina y a el corte de los genitales femeninos.
    3. Lograr que la sociedad civil, los medios de comunicación colectiva, los miembros de los parlamentos, dirigentes religiosos y de opinión pública, participen en debates abiertos sobre la mutilación genital femenina y a el corte de los genitales femeninos.
    4. Lograr que las niñas y niños, adolescentes y la gente joven participen en debates abiertos sobre la mutilación genital femenina y el corte de los genitales femeninos y escuchar sus opiniones. Los adolescentes, particularmente las jóvenes, deben recibir capacitación que las proteja, a ellas y sus hermanas contra la mutilación genital femenina y el corte de los genitales femeninos.
    5. Lograr el firme compromiso de los gobiernos para erradicar la mutilación genital femenina y el corte de los genitales femeninos. Los gobiernos deben demostrar su interés en, su reconocimiento a, y comprometerse con las acciones esenciales para eliminar la mutilación genital femenina y el corte de los genitales femeninos. Los gobiernos son responsables de llevar a la práctica las conclusiones y las recomendaciones del Comisión de Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño y las del Comité sobre la Eliminación de la Discriminación Contra la Mujer.
    6. Promover en los países, un marco legislativo adecuado y su consistente puesta en práctica.
    7. Mejorar los servicios de recuperación, rehabilitación y reintegración de las jóvenes y mujeres víctimas de la mutilación genital femenina y el corte de los genitales femeninos y sus consecuencias que duran toda la vida.
    8. Vigilar e informar sobre los casos de mutilación genital femenina y el corte de los genitales femeninos. Esto requiere un sistema de vigilancia, que sea parte de las estadísticas sociales nacionales, registrando la prevalencia, la incidencia y las respuestas estratégicas.
  • En Kenya, un grupo de mujeres, de diversos hogares, rechazaron los deseos de sus familias y consultaron con un abogado para evitar que les realizaran la mutilación genital femenina. El caso fue presentado en la corte y se logró un pronunciamiento, en el cual se manifiesta que los padres no pueden obligar a sus hijas a someterse a la mutilación genital femenina sin el debido consentimiento de ellas.
  • En febrero del 2003, las Primeras Damas de Burkina Faso, Nigeria, Mali y Guinea condenaron, conjuntamente, la mutilación genital femenina en una reunión en Etiopía. Ellas llamaron a esta práctica: “la forma de violencia más difundida y mortal contra las jóvenes y mujeres de África.” Activistas de estos y otros países de África, le han pedido a sus dirigentes que prohíban (y hagan cumplir esa prohibición) la mutilación genital femenina. Algunos participantes eran hombres que llevaban rótulos de: “Soy feliz estar casado con una mujer sin circuncisión.”
  • La Organización Mundial de la Salud, UNICEF y el Fondo de Naciones Unidas para Actividades de Población han publicado una Declaración Contra la Mutilación Genital Femenina y un plan para eliminarla. Algunos países, donde la mutilación genital femenina es una práctica tradicional, tienen o están desarrollando planes de acción nacionales para eliminarla.
  • La Organización Mundial de la Salud ha preparado materiales de capacitación para que la prevención de la mutilación genital femenina sea parte de la formación académica de las enfermeras, las parteras y las y los profesionales de la medicina.
  • En Canadá, la mutilación genital femenina se considera un asalto y está prohibido por la ley. Adicionalmente, la Organización de Inmigrantes y Mujeres de Minorías Visibles de Canadá ( National Organization of Immigrant and Visible Minority Women of Canada) distribuye manuales para trabajadores de la salud, para “educar a participantes acerca de las consecuencias sanitarias y legales de la mutilación genital femenina, corregir las falacias y las interpretaciones equivocadas de la tradición, y para erradicar esa práctica.” También existe el Grupo de Trabajo Inter departamental sobre Mutilación Genital Femenina, para: Identificar y promover métodos que detengan la mutilación genital femenina realizada por las familias que ahora viven en Canadá”. Consulte el siguiente enlace: www.cirp.org
  • En varios países fuera de África, existen leyes que explícitamente prohíben la mutilación genital femenina, incluyendo Suecia, Suiza, el Reino Unido y Estados Unidos. Otros países occidentales tienen leyes de protección a niñas y niños que se pueden usar para evitar que las niñas y jóvenes sean mutiladas genitalmente (Reino Unido y Australia). Muchas personas han sido condenadas en Francia, según las leyes contra el asalto, por realizar la mutilación genital femenina o por permitirla.
  • El 3 de marzo del 2004, el Reino Unido restringió más la práctica ilegal de la mutilación genital femenina, aprobando leyes que le prohíben, incluso para casos en que la familia envía a sus hijas a otros países con la finalidad de que sean genitalmente mutiladas. La mutilación genital femenina fue prohibida en 1985, pero muchas familias inmigrantes continuaron enviando a sus hijas a otros países donde el procedimiento no era prohibido. La nueva ley se aplica independientemente de si la mutilación genital femenina es o no legal en el país donde envían a las hijas. La pena es de 5 a 14 años de prisión para los culpables (Naciones Unidas, Wire, 4 de marzo del 2004).
Conclusión

Al inicio de este artículo, se mencionó que ninguna otra práctica similar a la mutilación genital sería tolerada o perpetuada si la el corte o la extirpación total se realizara en el pene, para eliminarlo o dejarlo inútil. Algunos han afirmado que la circuncisión masculina es injusta, aunque la mayoría de las autoridades médicas defiende su uso y confirman que, realizada temprana, adecuada e higiénicamente, la circuncisión masculina tiene una baja incidencia de ramificaciones físicas o emocionales a largo plazo. Sin embargo, uno debe también preguntarse, si se trataba de una práctica considerada cultural eso de cortar (aunque fuera pequeña) una parte del pene de los hombres y si eso luego causara infecciones urinarias, dolor constante, falta de deseo para tener relaciones sexuales por el dolor durante la erección, ¿Cuántos hombres se la harían o obligarían a sus hijos a hacérsela, sólo para continuar esa práctica cultural? ¿Cuántas culturas lo apoyarán? ¿Durante cuántas generaciones?

Una película : El día que nunca voy a olvidar (The Day I Will Never Forget), de la directora Kim Longinotto. En ese documental, una niña de 8 a 9 años, llamada Fouzia, escribe un poema acerca del día que le realizaron la circuncisión. Este día continúa en su psique, su cuerpo y su alma. El horror no sucede sólo por un día. Es real y los efectos simbólicos pueden durar toda una vida.
El leer y estudiar los relatos de la circuncisión genital femenina, junto con los comentarios tanto de hombres como mujeres que apoyan esta práctica, demuestra cuán profunda está esta tradición en muchos individuos y grupos. Es obvio que la senda será larga y difícil. Se ocuparán millones de Fouzias y millones de nosotros y nosotras para erradicar la mutilación genital femenina. Debemos hacerlo.

Recursos y referencias

Traducción del título: Una jornada juntos...Programa y estrategias de comunicación para proteger a las niñas y a los niños. (Banerjee, L. “A journey together…Programme and Communication Strategies for Child Protection”, UNICEF Headquarters joint initiative of the Programme Communication and Social Mobilisation Unit and the Child Protection Section, New York, 2003 March)
Traducción del título: Mutilación genital femenina, un escarabajo global que no debe cruzar el puente del milenio. (Eke N, Nkanginieme K.E. “Female Genital Mutilation: A Global bug that should not cross the millennium bridge”, World Journal of Surgery. 23(10):1082-6: discussion 1087, 1999 Oct.)
Traducción del título: Complicaciones médicas de la mutilación genital femenina. (Epstein, D, Graham, P, Rimsza, M. “Medical Complications of Female Genital Mutilation” Journal of American College Health. Vol. 49, Issue 6, 2001 May
Traducción del título: Una manera de eliminar el corte de los genitales femeninos. Mackie, Gerry. “A Way to End Female Genital Cutting” www.fgmnetwork.org, 1998
Traducción del título: Quistes epidérmicos en el clítoris debido a la mutilación genital femenina Tipo I. (Rouzi, A.A., Sindi, O., Radhan B., Ba'aqeel H. “Epidermal clitoral inclusion cysts after type I female genital mutilation”, American Journal of Obstetrics & Gynecology. 185(3): 560-71, 2001 Sept.)
Traducción del título: Circuncisión femenina es mutilación femenina: (Strikland, J.L., “Female circumcision/female mutilation”, Journal of Pediatric and Adolescent Gynecology. 14(3): 109-12, 2001 Aug.)

Otras organizaciones interesadas en la lucha contra la mutilación genital femenina

Inter-African Committee on Traditional Practices Affecting the Health of Women and Children (IAC)
Forward International





Minority Rights Group
Commission pour l'Abolition des Mutilations Sexuelles (CAMS)
Research Action Information Network for Bodily Integrity of Women (RAINBO)
Equality Now

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