Vistas de página en total

viernes, 29 de agosto de 2014

El Pecado de Amarte


Si amarte fuera un pecado

No habría abogado

 En este mundo que pudiera

Evitar la condena más grande.

Porque este amor con alevosía

No tiene perdón, no razón

Y si me han de condenar

Por este amor culpable

Y he de irme al infierno

Acepto mi condena

Acepto mi condena

Y me confieso culpable

Del delito de amarte,

Con locura y con pasión

¡Condénenme, condénenme!

¡Culpable soy de este delito!

 
Este amor me consume,

Este amor me condena

Me quema por dentro,

Mi lama ya está hecha cenizas

Por este amor intenso

Que día a día me lleva

Por este camino pecaminoso

Que solo ciega mis ojos

Y me llena de lujuria

Y mis sentidos palpitan

Y mi cuerpo fogoso

Es consumido por este fuego

Sensual erótico,

Que me excita a cada segundo

Hasta hacerme desfallecer

Y me hace gemir y sentir

Este orgasmo mágico

Que me deja sin sentido,

Sin razón, delirante,

Enloquecida, sedienta

Y esta pasión

Me condena, me delata

De amarte, de amarte

Con pasión y con locura

¡Condénenme! ¡Condénenme!

 
¡Soy culpable! ¡Soy culpable!

¡De amarte, de marte

Y desearte en mí,

Dentro de mi cuerpo,

Cada día más!

¡A cada segundo,

Te quiero en mí!

¡Condénenme, soy culpable

De este delito!

¡Soy culpable

Del pecado de lujuria!


¡Culpable de pasión

Desenfrenada!

 
Juez si me deja libre

Con pasión y alevosía

Volveré y reincidiré

Cada instante y segundo

De existencia que tenga

En esta vida terrenal

De cometer de nuevo

Este pecado carnal.

¡Condénenme! ¡Condénenme!
 

¡Culpable soy

De amarte cada día

Con pasión y con locura!

jueves, 28 de agosto de 2014

Pollo con salsa de Pétalos de Rosas.


Esta preparación es para que el fuego de la pasión se encienda en Ud. y su amante y tengan una velada llena de lujuria, éxtasis y pasión descarnada.

Preparación: 20 minutos
Cocción:         45 minutos

Ingredientes  para 6 a 8 personas

 
 Ingredientes:

·         3 unidades de pechugas de pollo cortadas en mitades.

·         12 rosas rosas, fragantes y frescas.

·         1 limón exprimido.

·         ½ taza de agua.

·         ½ taza de azúcar.

·         ¼ de harina.

·         50 grs. De mantequilla.

·         1 taza de crema de leche.

·         1 cucharada de aceite

·         Pimienta blanca recién molida

·         Sal a gusto.

Preparación:

1. Se separan los pétalos de las rosas, lávelos ligeramente y retire, con la mano, parte blanca, puesto que es amarga. Luego, córtelos, con los dedos, en trozos bien pequeños, colóquelos en el bol y rocíe con el limón. Deje reposar 10 min.

2. Pasado ese tiempo coloque los pétalos en la olla, junto con el agua y el azúcar. Lleve a fuego medio/alto, hasta que rompa hervor, entonces baje a mínimo y deje cocer tenga un color rojo brillante y espese, en total unos 25 min. Entonces, retire y reserve.

3. Mientras tanto, retire cualquier resto de grasas de las pechugas, colóquelas entre papel film y golpee, haciendo movimientos hacia los bordes. Luego, vierta la harina en el plato, salpimiente la carne y rebócela en harina. Finalmente, sacúdalas para eliminar sobrantes.

4. Luego, en la sartén caliente la mantequilla junto con el aceite, a fuego medio/alto, coloque las pechuga y dórelas de ambos lados, tardarán en total unos 15 a 20 min. Mientras se hacen, coloque la fuente en el horno encendido o cerca de la hornalla, para precalentarla.

5. Cuando esté hecha retire la carne, distribúyala en la fuente y deje cerca de una fuente de calor, para mantenerla caliente. En la sartén, sin limpiar, coloque la mermelada de rosas, revuelva bien, raspando el fondo.

6. Luego, añada la crema, mezclando bien y lleve a calentar a fuego medio, mezclando. Retire, bañe las pechugas y sirva inmediatamente.

Sugerencia: También puede hacer este plato reemplazando el pollo por pavo. Como guarnición puede servir Arroz con cardamomo y Azafrán.

miércoles, 27 de agosto de 2014

Wash My World


La lluvia cae y cae como lentas plumas de pájaros que se fueron para no volver más, Para olvidar lo vivido y así el agua cae.

Limpia y borra toda huella de cosas acontecidas y sucede que cada paso que doy me encuentro con huellas que se hacen nada.

Bañadas por las lentas lágrimas oscuras que derramadas sobre la gran ciudad me produce una tristeza horrorosa que me dan ganas de salir corriendo.

Esas ganas infinitas de que la lluvia borre también estos recuerdos que llevo en mi mente y haga nada las huellas que quedaron sobre mi piel; y me quedo aquí, bajo la lluvia, sintiendo como cada gota de agua ruedan sobre mi piel, siento millones de gotas de lluvia rosándome, esas gotas llorosas que me hacen estremecer y me hacen llorar de dolor y de placer.

Y me quedo bajo la lluvia para limpiarme, para bañar mi mente y limpiar mi piel de tus besos, de tus caricias que alguna vez me hicieron enloquecer y que hoy solo me producen frío y humedad.