Recibí una llamada telefónica cerca del mediodía, era de mi médico, un ginecólogo que conocí en un café de providencia, guapo, lindo sabroso; enganchamos al instante, me llamaba para informarme que se desocuparía a las 19.00, y quería darme una hora después de su horario, le respondí que iría al salir de mi trabajo.
Estaba
con muchas ganas de verlo, estaba vestida con pantalones tacos y una blusa
verde con botones y ropa interior sexy y medias con liga negras.
Pues
bien Salí de mi oficina a las 18.30 y tome un taxi hacia donde él estaba;
mientras iba arriba del auto aproveche de retocar mi maquillaje y ponerme un
poco de perfume para quedar envuelta en esa fragancia dulce que tanto me gusta.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi751UJ9vQVOy5RO8zq9JSMedRZf-DYmhCfCrmyyNfwOK3LS0L-KoTbEcs3CmyLASOwI3Wq_k3uS5-caHSAV1hTiG68w3WnoRSz9UvMPTnzFcvjLgNsbfXyn4Ba-jXLHqy3L8739lyzsz0/s1600/eroticas.jpg)
Se
sentó en su sillón y le baje los pantalones de un tirón y comencé a lamerle su
sexo, exquisito el sentado y yo arrodillada a sus pies con su miembro delicioso
dentro de mi boca deseosa de sentir su elixir ardiente.
Mientras
le hacía sexo oral me tomo del pelo y me saco la ropa a tirones y me subió
arriba de la camilla y me acomodo (esas camillas ginecológicas son muy buenas
para tirar, una queda tan cómoda) puso mis piernas una a cada lado y comenzó a
jugar con mi clítoris y me penetro con su lengua exquisita, que cosa más
electrizante. Me hizo acabar con su lengüita uf que cosa tan rica, gritaba de
locura y placer, me hizo estremecer con su lengüita, después que me hizo acabar,
él se montó arriba mío, sentí como entraba su pene dentro de mí, oh una sensación
de placer tan intensa, se movía
suavecito, suavecito y yo gemía y gemía que locura, me besaba y con sus manos
acariciaba mis pezones duros sentí un escalofrió que recorrió todo mi cuerpo,
ese hombre que solo con su presencia me
hace enloquecer, pero ahí, dentro de mi toda su humanidad en mi piel, esa
calidez, esa suavidad, ahí justo en mí, una delicia, todo muy rico, pero yo
quería más y más así que le pedí que se bajara porque yo quería estar arriba de
él, me subí arriba y comencé a mover mis caderas de una forma armoniosa y sentí
otro orgasmo candente.
Después
de ese momento intenso nos quedamos besándonos en la camilla uno sobre el otro un
largo rato.
Al
rato nos vestimos y nos fuimos cada uno por su lado, y antes de partir le digo
otro día le pediré otra hora doctor para que me dé el mismo tratamiento médico.
aplausos!!!
ResponderEliminarBuenísimo, eres seca!
ResponderEliminarSin condón?
ResponderEliminarAunque sea cuento,no?
Súper , fantástico, escribes muy bien.
ResponderEliminarChapeau!!!
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