Tome el bus hacia providencia; estaba en el periodo mas ardiente de mi ciclo hormonal, la noche anterior estuve con mucho calor, sofocada; tenia muchas ganas de tener sexo; deslice suavemente mi mano por mi vientre y seguí bajando hasta llegar a mi clítoris, que estaba todo húmedo y mojado, y me acariciaba suavemente y metía mis dedos dentro de mi vagina que estaba suave, ardiente, húmeda, palpitante al igual que mi corazón y mientras me acariciaba, sentía suaves espasmos, mi corazón latía más y más rápido y mi clítoris se ponía más y más tenso, más suave, más jugoso como una fruta lista para ser succionada, tenía unas ganas locas de tener ese suave jugo en mi boca y embriagarme con el elixir de mi cuerpo.
Saque los dedos que tenía dentro de mi vagina y los empecé a lamer y a meterlos en mi boca para saborearlos como leona sedienta de placer, sedienta de locura y los lamía como si estuviera lamiendo un pene duro, suave, caliente, mientras que con mi otra mano acariciaba suavemente mi clítoris y metía mis dedos hasta lo más profundo de mí, y logre un orgasmo arrasador, que me hizo estremecer y dí un grito intenso, lujurioso, lleno de placer; fue un grito de relajo, un grito liberador; quede extenuada, tranquila y relajada. Dormí hasta el día siguiente sin sobresaltos.
Después que me senté en al autobús , recordaba todo el placer que había sentido la noche anterior y cruce mis piernas y con el vaivén del bus, como el de un vibrador potente, cerré los ojos y hacia contracciones musculares con mi vagina y logre un orgasmo delicioso, magnifico; sentí que me mojaba toda, pero seguía arriba de la micro con las piernas cruzadas, juntas, contrayendo y relajando mis músculos internos, y seguí así junto con el movimiento del bus, sincronizadamente, logre tener muchos orgasmos intensos.
Este ha sido uno de los viajes en micro más placenteros que he tenido.-
Bravo.
ResponderEliminarRealmente bueno
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