Vistas de página en total

sábado, 14 de diciembre de 2024

La confesión

 

Salí esa mañana segura de lo que iba a hacer, fui directo a tu oficina a decirte que tú me gustas mucho.

Estaba decidida, solo quería sacar lo que llevaba dentro de mi, decirte que me gustas, que te deseo y moría de ganas por besarte.

Dieron las 9.00 a.m. y Salí de mi casa rumbo hacia tu despacho, mi corazón latía a mil por horas, tenía mucha incertidumbre, mas bien era una mezcla entre incertidumbre e incredulidad frente a lo que iba a ha hacer, pero estaba convencida que eso era lo mejor para mi, decirte lo que sentía y entrar y enfrentarlo con valor con valentía, “el mundo se hizo para los valientes me dije a mi misma”.

Llegue a las 9.30 a tu despacho le dije a tu secretaria que necesitaba urgente hablar contigo, y me dejaron pasar y te salude y dije - “Escúchame un minuto que te necesito decir algo”.

Partí diciendo que me gustas mucho, desearía poder lamerte entero, besarte toda la piel y hacerte desfallecer de pasión, hacerte enloquecer de lujuria y verte gemir de placer.

Me miraste y no supiste que decir y que hacer en ese instante; Te bese los labios y tu correspondiste a mi beso, con tus manos fuertes tomaste mis muslos y los acariciaste de una forma circular muy deliciosa y yo comencé a tocar tu entrepierna y sentí una poderosa erección, a penas tu pene se paró yo desabroche tus pantalones y puse tu pene delicioso dentro de mi boca.

Luego te bese te tire al sillón de tu oficina y seguí basándote y lamiendo tu sexo, que delicia tenerlo todo en mi boca, y tú mirándome a los ojos mientras te lamia, tu mirada me hizo excitar mas y mas, tome mi cartera y saque un condón,  dije –“una amazona siempre esta lista para la batalla” te puse le condón y me subí arriba tuyo, sentí como tu pene entrando dentro de mi y fue fantástico, moví mis caderas de forma circular, hice el beso de Singapur, y mientras mas contracciones uterinas hacia mas placer sentías, tú sácate mi blusa y corriste mis sostenes y dijiste –“tus pechos pequeños me hacen enloquecer” lamiste mis pezones y me hiciste estallar de pasión.

Me hubiera gustado haber podido gritar de emoción y fogosidad, pero solo dí un gemido silencioso, pero muy placentero.

Tenerte dentro de mi fue una sensación liberadora, me movía de forma zigzagueante y me besaste con mucho frenesí, en eso me subiste arriba de tu escritorio y comenzaste ha hacerme sexo oral, mientras me lamias metiste tu dentro de mi vulva y lograste hacerme mojar entera, te tomaste todo el elixir de mi cuerpo y me hiciste estallar de placer, besabas y lamias mi clítoris y lograste hacerme acabar varias veces más, dejaste de lamerme y abriste mis piernas y me penetraste fuerte, delicioso, jadeante tomaste mis caderas con tus manos acercando mi cuerpo hacia el tuyo me levantaste y me llevaste del escritorio y me tiraste al sillón y ahí te subiste arriba mío mientras me penetrabas toda, tus labios estaban en mis pezones duros, seguiste moviéndote mas y mas rápido y logramos acabar juntos.

Nos besamos y nos quedamos ahí en el sillón por unos minutos, nos vestimos y luego ambos nos reímos de una forma maliciosa por lo acontecido. Me dijiste –“ahora tengo una reunión si no me quedaría todo el día aquí” respondí –“yo también debo irme”.

Salí de tu oficina y dije –“ESPERO QUE MIS ARGUMENTOS HAYAN SIDO SÓLIDOS Y CONVINCENTES” Y salí de tu oficina con una sonrisa.

 


 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario