Sometida.

 

La luna brillaba en lo mas alto del cielo iluminando todo, la noche era bella, el cielo despejado, la luna, el aire tibio, las estrellas hermosas titilando a lo lejos ; decidí salir a dar un paseo por la playa, disfrutar de la noche cálida de verano y caminar; camine por la playa para despejar mi mente que estaba bastante agitada , tenía los pensamientos revueltos por los acontecimientos ocurridos los últimos días, con solo recodar se me eriza la piel por eso solo quería despejarme y ordenar mis ideas y seguir este camino un poco menos ardiente y mas liviana de todo y también estar sola y disfrutar las cosas.

A pesar de que la noche era hermosa aún me siento agitada, mas bien extasiada, aún siento tus palabras, tus sollozos en mis oídos, la calidez de tu piel en mi piel, tu aroma suave que llena todo mi cuerpo, todo mi ser, y repito a cada segundo los momentos vividos a tu lado, esos momentos de pasión y locura, y repito en mi mente todo lo vivido, fue una sensación que me hace estremecer , tiritar , enloquecer, lo repito paso a paso desde que me vendaste los ojos con un pañuelo de seda, me dejaste sin visión y luego tomaste mis brazos y los alzaste arriba de mi cabeza y pusiste grilletes en mis muñecas y me dejaste engrillada a la cama.

Al tenerme indefensa seguiste con tu dulce tortura, pusiste tapones en los oídos para no escuchar nada, sólo sentía tu olor, no veía, no escuchaba, ni podía moverme, mi olfato se agudizó y disfrute tu suave aroma  en mi piel, así sin ver comenzaste a acariciarme la piel y sentí como una desgarrabas mi vestido y quede solo con mi corsé y calzones, comenzaste a besarme el cuello, sentir tus labios besándome suave hacia abajo del cuerpo, lamiste y besaste cada milímetro de mi piel tus suaves besos. Con tus dientes desataste el nudo de mis bragas y comenzaste a lamerme el clítoris y a cada instante que me lamias me hacías erizar como una gata , tus besos, tus lamidas me hicieron estallar de lujuria, acabe varias veces mientras me besabas y lamias, fue una sensación deliciosa

 Yo sin poder ver, sin poder moverme y tú con tu boca en mi sexo, estalle de éxtasis, quede toda mojada y sentía como tu te bebías todo el elixir de mi cuerpo.

Levantaste y abriste mis piernas  y seguías haciéndome sexo oral por mucho rato, y me erizaba la piel a cada instante mientras metías tu lengua dentro de mi, sentir como me penetrabas  con la lengua y tus dedos fue ardiente y excitante .

Después que dejaste de lamerme me penetraste con tu pene duro y caliente y te movías d e forma suave y pausada y con esos movimientos  de caderas lograste que volviera a tener otro orgasmo.

Seguiste penetrándome y besándome la boca y comenzaste a moverte más y más fuerte  y eso me hizo enloquecer, te movías con vigor y en ese instante los dos al unísono logramos acabar juntos. Acabaste rico dentro mio, creí que ibas a parar ahí pero seguiste . despareciste un rato fuiste a buscar algo, hielo eso trajiste fuiste por hielo y comenzaste a pasarlo en el monte de venus y luego lo metiste dentro de mi y de nuevo comenzaste ha hacerme sexo oral ,eso me hizo estallar de placer , estaba completamente excitada , aterida, tiritando, moviéndome como gata enjaulada , llena de placer, ardiendo, excitada, enloquecida mientras derretías el hielo yo estaba completamente ardiendo de lujuria, nunca jamás en mi vida había sentido tanto placer como esa noche. Grite y grite de pasión.

Y me preguntaste - ”¿Te gusta como te estoy torturando?” -si respondí. -¡Quiero más y más” - tus deseos son mis ordenes dijiste.

Mientras dije estas palabras saliste a buscar algo y no sabía que harías pero llegaste con unos juguetes sexuales y me hiciste doble penetración con ellos  y los hiciste vibrar y yo ya no podía mas y y otra vez comencé a gemir y a tener más y más orgasmos,tiritaba, gemía gritaba de placer, mi cuerpo vibraba de lo deliciosos que fue todo grite ¡sigue! ¡sigue!  ¡quiero mas! Mientras me hacías doble penetración sentí como un estallido de locura, de placer, que manera de gozar  el sexo contigo  ¡Quiero más! ¡Quiero Más! Decía y tu seguías  dándome placer , mientras me penetrabas sentí como de nuevo me mojaba y tu estabas ahí bebiendo el elixir de mi cuerpo.

Estaba tan excitada que solo tiritaba y gritaba de lujuria y pasión

Sacaste los vibradores y me besaste la boca y dijiste:- “eres la mujer mas deliciosa del mundo”  es delicioso verte gritar de placer y gemir de lujuria.

Me besaste  y sacaste los tapones de mis oídos, sacaste la venda de mis ojos  y seguiste besándome. Sacaste los grilletes y te acostaste al lado mio; los dos nos quedamos dormidos por varias horas. Después al despertar te vestiste y me dijiste -”fue todo delicioso, cuando quieras repetimos” dije - “como tú desees” me diste un beso apasionado y te fuiste, me dejaste ardiendo días y días.